lunes, 7 de abril de 2008

HOMENAJE A MI HIJO DANIEL



Has madurado temprano sin equilibrio ni dicha, cuando segaron la hierba del camino en la familia.

La ruptura de tus padres inoportuna y maldita, te destrozó los esquemas, los pilares de tu vida.

Se dañaron tus oídos de insultos, penas y riñas; viste llantos y vacíos, temblaban todas tus fibras, incertidumbre y desgarro en tu futuro veías.

¿Porque si un día se amaron y a mí me dieron la vida, hoy parece que se odian y en un combate se arruinan?.

¡Es que yo quiero a los dos! y a decantarme me obligan, al ser yo mayor de edad a pronunciarme me citan.

Y después del descontento, del destrozo y la desdicha, de abandonar los estudios y de amargarte la vida, retomaste bien las riendas con la luz que el cielo enviá a los inocentes hijos que se les nubla la vista, porque los padres que un día adornaron bien su cuna han puesto tierra por medio abriendo hondas heridas.

Y alzaste pronto tu vuelo a otra tierra y a otra vida, y estudiaste con esmero, defendiendo las guerrillas, cultivando amistades, administrando tus días.

Y a parte del gran amor que te entrego día a día el orgullo me desborda y me he vuelto presumida, y cuando hablo de ti los ojos se me iluminan, y canto bellas canciones contando como te vales, en estudio, en el trabajo y en todos los avatares.

Pero lo que me emociona es ver tu gran madurez en el trato con tu padre y conmigo a la vez, sabes tener la balanza siempre en buen equilibrio por eso alzo la voz gritando TE ADORO HIJO.

TU MADRE ROCIO