domingo, 26 de agosto de 2007

UNA CONDENA

Hoy me siento como un preso condenado sin causa que arrastra una pesada cadena.

Un preso que está lastimado, que lleva una pesada carga que no le permite levantarse de una vez y para siempre.

Un preso al que sellaron, tatuaron su vida dejando unos signos de los que la gente huye. A los que la gente da la espalda, no quieren, no les interesa escuchar y tratar de comprender.

No se si tendré que volver a nacer, inventar una nueva vida y borrar el pasado, tal vez así sienta que la gente me acoge, me recibe tal y como soy.

Hoy no he podido llamarte, no he querido hacerte participe del dolor, porque tu eres quien alivia un poco mi dolor y tengo que cuidarte.

Todo pasa y mañana será otro día tal vez no me sienta como un preso, tal vez hoy he metido la pata por última vez. Cuando amanezca tendré una nueva historia que contar.

Las lágrimas me acompañan una vez más.


Kitara

domingo, 19 de agosto de 2007

SI MI VIDA (decima)


Si mi vida (décima)
Si mi vida cambia el rumbo
antes de ser una anciana,
no quiero ser porcelana
que en tristezas me derrumbo.
No admito bajón ni tumbo
seré de mármol anclado
de corazón acerado,
porque por ser emotiva
no me queda alternativa,
hacerme un amurallado.
Kitara

sábado, 11 de agosto de 2007

NO ME METAS PRISA



No me metas prisa, en adaptar mi vida a una ausencia sangrante, si no aguantas mi pena, mis quejas o lamentos déjame en el camino.

No lloro por capricho, me emociona saber que de mi imagen tan negra, aún queda una esperanza que me pueda salvar.

Si me quieren, me llaman o si me necesitan, será que alguna huella supuso mi pisar.

Donde están esas gentes que dicen que acompañan, yo busco y solo encuentro una casa y mi alma.

A veces me inventé algunas ilusiones, pero unos chaparrones las supieron borrar.

Las tardes de tertulias de unos cuantos amigos a mi aún no han venido, también pena me da.

Pasear en soledad las riveras del río o los sitios vacíos hace que mis oídos imaginen tu hablar.

No soy triste ni débil, es que me están pisando, y cuando me levanto me vuelven a empujar.

No me importa que muchos estén más desgraciados, ni siquiera que otro todo lo que poseen les fuera regalado.

Me quedé con mi ausencia, con múltiples carencias, con ganas de empezar, de entregar lo que tengo, que es rico y placentero.

Quizás me lanzo pronta, quedándome sin nada. Entrego a quien me escucha y me muestra su mano, todo lo que he guardado por si al fin conseguía ver la felicidad.

Si después de entregarte se complica y se tuerce aquello que imaginas y a donde te agarraste, no solo me da pena y me hace llorar, es que vuelvo al comienzo del camino empedrado, y me siento dañada y en total soledad.
KITARA

miércoles, 8 de agosto de 2007

LUCHAR HASTA LA EXTENUACION


Se, de siempre, que en esta vida hay que luchar, nada es fácil ni nos lo dan regalado.

Luchar por vivir, por los seres queridos, luchar ante las enfermedades, ante los problemas familiares, económicos. en las contradicciones, momentos oscuros, difíciles, tristes, luchar por mejorar, por conseguir cosas, y un largo etc.

Una constante lucha con pocos descansos. Pero no siempre se puede estar en pie de guerra, con las fuerzas al cien por cien.

Convencida de que la vida es lucha, así he vivido, he luchado contra enemigos fuertes y mucho más poderosos que yo que amenazaban mi vida. Les vencí, quede contenta pero cansada.

Ante la enfermedad no queda otro remedio, salir adelante o al menos intentarlo al cien por cien.

La frase luchar hasta la extenuación, me resulta fuerte, extenuación es el enflaquecimiento de las fuerzas materiales y el desvanecimiento del aliento.

Merece la pena la extenuación? Si hay posibilidad de ganar y recuperar todo lo perdido puede que si, pero esto nadie nos lo garantiza, si hay un camino alternativo que acorte el sufrimiento y casi garantice que una salud truncada no será marchitada y podrá recuperar el tono vital, entonces a mi, no me merece la pena. Es solo mi opinión y lo que me gusta para las personas a las que quiero, pero cada uno es libre de decidir sobre su vida y sus formas de afrontar los retos.
En esos momentos no pensamos en otra cosa, porque el problema nos acapara enteramente y quizás no oigamos a los que nos quieren, no para cambiar nuestras decisiones, solamente para meditar lo que nos dicen y pensar un poco en ellos.

No me gustaría que por luchar hasta extenuarse, viendo que el final es más bien negro, nadie que me importa cayera gravemente herido y tuviera que salir a recogerle al camino. Tal vez la gravedad no tuviera remedio.

Siempre hay que luchar? Incluso poniendo la salud en serio peligro? Yo pienso que no, rotundamente. La vida es importante, es lo único que tenemos bueno.

Si dejar esa lucha difícil, que nos quiebra tanto y nos mina cada día, supone un cambio, un tener que amoldar nuestro modo de vida y nuestras costumbres, quizás a otra economía, a lo que vulgarmente llamamos “apretarse el cinturón”, aprender a vivir con menos pero con salud, con sonrisas, con tranquilidad, con horas de sueño apacibles, a mi me merece la pena. A todo se puede amoldar una persona, si quiere claro, y por eso no se muere nadie.

Yo respeto a todo el mundo, sus decisiones seguramente serán las correctas y las que le permitan sentirse bien con uno mismo. Pase lo que pase. Hay gente que prefiere hasta morir pero luchar sin fuerzas ya, por todo. No se si quizás viven solas y no tienen apego a la vida, quizás no tienen a nadie que les importe y con quien compartir los días y las sentimientos. O no puedan o quieran pensar o poner en la balanza los dos caminos.


Se libre vive, escoge el camino de la lucha hasta la muerte o ataja y piensa en ti y en quien te acompaña, quizás esa alternativa no sea tan mala.

Bravo por quien se expone hasta morir, pero se que nadie les hará un monumento el día de mañana, solo le lloraran quien le quiere amargamente, porque no supo o pudo escuchar que había otra manera de vivir y que había alguien dispuesto a vivir esa vida compartida y hasta con algunos toques de buenos momentos felices.

Es solo una humilde opinión de quien no puede hacer nada ante una situación como la que describo y créanme es verdaderamente frustrante y doloroso, y va arrancándome la piel cada vez que compruebo que las cosas empeoran por elegir extenuarse y no vivir.
Kittara

sábado, 4 de agosto de 2007

MIS HIJOS


MIS HIJOS
Hilando fino,
tejiendo desde lejos
para que los cariños
no entren en desvelo.
Desde mi alma,
a golpe de deseo
verles unidos
mi gran anhelo.
Kitara