Escucha lucero la voz de mi memoria, fresca como la brisa y dócil como una flor, que canta, rueda y gira como una noria, deja que te cuente, deja que mane la fuente, deja que contando, siga recordando lo que fué de un viejo amor.
Me dió su mirada, me dió el calor de una estrella, hizo de su corazón mi morada, Así era, así amaba élla
Con una sonrisa me robó el aliento y en mi corazón hizo mella. En sus ojos relucía el firmamento. Así era, así amaba élla.
Vino a mí, suave como la seda, feliz, inmensa, dejó en mi alma su huella, tanto le dí, que ya nada me queda, Así era, así amaba élla.
Mojó mis labios con ansias de lluvia, traspasó mi negra noche como una centella, mis brazos se tornaron raices en su cintura, Así era, así amaba élla.
Era amiga de un lucero que nacía con el alba, me llevó en volandas cabalgando por las estrellas, Yo le dí mi vida, un oasis y un jardín, ya más no tenía, si mas tuviera se lo daría, por élla mares cruzaría de uno a otro confín,
Ella es quien se adueña de los silencios del alma. Ella es quien apaga las sombras de la luz. Ella es quien me lleva a un mar en calma. Ella se fué entre las cabriolas del destino y su ausencia muere en mis sueños de otoño y cierra ya mis ojos de mirar cansino.
Suenan tristes las perlas de cristal, caen de las hojas que visten el árbol, Pasa el sol quemando nubes, pasa sin piedad mientras impasibles mis ojos miran, miran... y por no ver , ni el fuego de tus ojos vieron
Sombras sin color que esconden requiebros dejan sentir sus lascivos susurros, mientras pasa el sol quemando nubes, nubes de algodón que al cielo miran y con dolor piden al Dios de la lluvia que apague su fuego.
Lejos vuela un gavilán harto de palomas, rojo su pico de sangre robada, mientras pasa el sol quemando nubes, alguna se escapó y se rie..se rie.. la muy desvergonzona.
Ya libre el sol de opacos recuerdos lanza sus rayos sobre mi piel calentando el alma y envejeciendo mi espíritu. Ya no pasa quemando nubes, ya no... ya no... solo queda una con silueta de payaso, se rie... se rie..
Me castiga el sol penetrando en mis poros, me quema cual fuego de los ojos de mi amada, pero, ya no tiene nubes, no, ya no tiene... no tiene nubes que quemar, solo una, que en su soledad se rie... se rie...
Cerraré mis ojos para no ver las sombras que se ocultan en los rincones del bosque y aunque quiera el sol quemar mis pensamientos, me sentiré libre y a salvo en el interior de tus pupilas,amada mia, que das envidia al sol que ya quemar no puede.
Derrite el sol las velas del atardecer, no quiere ocasos ni jardines de primavera, se afana en perseguir nubes, vano intento...ya no quedan solo una, una sola con su risa burlona, parpadea y se aleja. Ya va muriendo el día, ya se agrisan las sombras, ya nace el silencio.
El manto negro de la noche abre mis ojos. El silencio, roto por el croar de ranas y susurros de cometas me dice que el sol no murió, es inmortal y en su lugar velarán mis sueños las hadas del firmamento. Ya volverá el sol a quemar nubes... ya volverá a iluminar mi alma...
Callados silencios se escuchan en la dormida noche y en los mágicos aposentos de los pensamientos brota la fuente de sentimientos llena borrando del horizonte tristezas y negra pena.
Ni el suave murmullo de la calmada brisa se oye y de los frondosos árboles quietas están las hojas no fueran a despertar el silencio de la noche.
Ni tan solo se oye el sonoro beso que el amante a su amor ofrece y hasta el respirar del alma se apaga cuando el día amanece no quiere despertar la calma y se embriaga de silencios escondiendo la ardiente llama y en suave murmullo besa el silencio con una furtiva lágrima
Todo lo que en el aire se mueve y en la tierra respira, en silencio se envuelve y se convierte en poesía.
5 comentarios:
Bienvenido a mi mundo.
Aqui puedes contarme lo que quieras, expresarte, enfadarte, alegrarte, aportar algún escrito tuyo.
Todo tiene valor para mi.
Espero que te sirva de desahogo y te guste lo que leas.
Sientete en tu casa.
CONFIDENCIAS AL LUCERO DEL ALBA
Escucha lucero la voz de mi memoria,
fresca como la brisa y dócil como una flor,
que canta, rueda y gira como una noria,
deja que te cuente,
deja que mane la fuente,
deja que contando, siga recordando
lo que fué de un viejo amor.
Me dió su mirada,
me dió el calor de una estrella,
hizo de su corazón mi morada,
Así era, así amaba élla
Con una sonrisa me robó el aliento
y en mi corazón hizo mella.
En sus ojos relucía el firmamento.
Así era, así amaba élla.
Vino a mí, suave como la seda,
feliz, inmensa, dejó en mi alma su huella,
tanto le dí, que ya nada me queda,
Así era, así amaba élla.
Mojó mis labios con ansias de lluvia,
traspasó mi negra noche como una centella,
mis brazos se tornaron raices en su cintura,
Así era, así amaba élla.
Era amiga de un lucero que nacía con el alba,
me llevó en volandas cabalgando por las estrellas,
Yo le dí mi vida, un oasis y un jardín,
ya más no tenía, si mas tuviera se lo daría,
por élla mares cruzaría de uno a otro confín,
Ella es quien se adueña de los silencios del alma.
Ella es quien apaga las sombras de la luz.
Ella es quien me lleva a un mar en calma.
Ella se fué entre las cabriolas del destino
y su ausencia muere en mis sueños de otoño
y cierra ya mis ojos de mirar cansino.
Josep
BALADA AL SOL
Suenan tristes las perlas de cristal,
caen de las hojas que visten el árbol,
Pasa el sol quemando nubes, pasa sin piedad
mientras impasibles mis ojos miran, miran...
y por no ver , ni el fuego de tus ojos vieron
Sombras sin color que esconden requiebros
dejan sentir sus lascivos susurros, mientras
pasa el sol quemando nubes,
nubes de algodón que al cielo miran
y con dolor piden al Dios de la lluvia que apague su fuego.
Lejos vuela un gavilán harto de palomas,
rojo su pico de sangre robada,
mientras pasa el sol quemando nubes,
alguna se escapó y se rie..se rie..
la muy desvergonzona.
Ya libre el sol de opacos recuerdos
lanza sus rayos sobre mi piel
calentando el alma y envejeciendo mi espíritu.
Ya no pasa quemando nubes, ya no... ya no...
solo queda una con silueta de payaso, se rie... se rie..
Me castiga el sol penetrando en mis poros,
me quema cual fuego de los ojos de mi amada,
pero, ya no tiene nubes, no, ya no tiene...
no tiene nubes que quemar,
solo una, que en su soledad se rie... se rie...
Cerraré mis ojos para no ver las sombras
que se ocultan en los rincones del bosque
y aunque quiera el sol quemar mis pensamientos,
me sentiré libre y a salvo en el interior de tus pupilas,amada mia,
que das envidia al sol que ya quemar no puede.
Derrite el sol las velas del atardecer,
no quiere ocasos ni jardines de primavera,
se afana en perseguir nubes, vano intento...ya no quedan
solo una, una sola con su risa burlona, parpadea y se aleja.
Ya va muriendo el día, ya se agrisan las sombras, ya nace el silencio.
El manto negro de la noche abre mis ojos.
El silencio, roto por el croar de ranas y susurros de cometas
me dice que el sol no murió, es inmortal
y en su lugar velarán mis sueños las hadas del firmamento.
Ya volverá el sol a quemar nubes... ya volverá a iluminar mi alma...
Josep
SILENCIOS
Callados silencios
se escuchan en la dormida noche
y en los mágicos aposentos
de los pensamientos
brota la fuente
de sentimientos llena
borrando del horizonte
tristezas y negra pena.
Ni el suave murmullo
de la calmada brisa se oye
y de los frondosos árboles
quietas están las hojas
no fueran a despertar
el silencio de la noche.
Ni tan solo se oye
el sonoro beso
que el amante a su amor ofrece
y hasta el respirar del alma
se apaga cuando el día amanece
no quiere despertar la calma
y se embriaga de silencios
escondiendo la ardiente llama
y en suave murmullo
besa el silencio con una furtiva lágrima
Todo lo que en el aire se mueve
y en la tierra respira,
en silencio se envuelve
y se convierte en poesía.
Josep
ALMA DE OTOÑO
!Què tristes son los días otoñales
cuando gana a los árboles la histeria!
La lluvia de hojas muertas es muy seria
y hasta mueren cobrizos los nogales.
!Cómo hielan los vientos invernales
cuando huelen a blanco de Siberia!
Nos dejan el jardín hecho miseria
con desnudos impúdicos rosales.
Pero el alma también tiene estaciones
y más tristeza y frío siento yo
cuando se desvanecen ilusiones.
de un amor sin raíces que murió.
Sólo espero las nuevas floraciones
que siempre Primavera prometió.
Josep
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